Una de las cosas más valiosas de la existencia humana es el acto de la opinión. Opinar es dar a conocer verbalmente un punto de vista personal frente a determinadas situaciones. Sin embargo, el hecho de opinar refleja sólo una verdad, la verdad que tiene dentro de sí cada individuo... una verdad subjetiva, que no es la "verdadera verdad".
Por años, en nuestro país ha existido una generación dedicada a sembrar la cultura del odio. Nos han hecho creer que su verdad es la verdad absoluta, que fueron víctimas de una persecución ideológica, la cual es verdad que existió, pero porque feron víctimas de otra realidad anterior, articulada por individuos que los tomó como conejillos de indias, sometiéndolos con discursos grandilocuentes a creer una "verdad" pintada a su modo, mientras ellos, alejados de esa realidad, disfrutaban de los placeres mundanos, como el señor Allende que hablaba de igualdad mientras construía un bunker en su casa de Tomás Moro vestido con ropas de telas europeas, corbatas italianas y fumando habanos del Compañero Fidel, el mismo que no permite más periódicos que aquél que pertenece al gobierno cubano y transmite su opinion, el mismo que pertenece a un sistema ideologico que ha asesinado a más de 40 millones de personas, superando casi 7 veces elrecord de los Nazis.
El mismo sistema que estableció, contra el "totalitarismo" yanqui, fuerzas armadas rebeldes, como las FARC, las mismas que hoy controlan el tráfico de cocaína en la selva colombiana.
Esos ex, que lucharon contra el régimen de Pinochet y su neoliberalismo, hoy gozan de los beneficios de ese sistema, integran y dirigen Universidades Privadas, participan en empresas privadas, muchos son dueños de ellas, transan el agua de los chilenos con empresas españolas, que también tienen un régimen socialista, no derechista como dicen ellos, y viven en El Arrayán o en Lo Cañas, como fue Gladys Marín, o en Santa María de Manquehue, con un carabinero de guardia que le pagamos todos los chilenos a la Sra. Bachelet...
¡¡De qué estamos hablando!!
Como decia Esopo, "si entre los leones hubiese escultores, habría más estatuas de hombres devorados por leones, que de leones derrotados por hombres"
