domingo, febrero 26, 2006

HOLDING BACK THE YEARS

Este domingo Santiago amaneció nublado. Estuvo nublado todo el día, como que ya iba a llover. Y aunque los días nublados me cargan porque me ponen algo melancólico, estuvo rico porque casi no hubo ruido y sí una tranquilidad como para salir a dar una vuelta a la plaza y caminar...

Este domingo he andado bastante melancólico. En parte porque los días nublados me ponen así y en parte porque anoche fue el cumple de la Andrea en Sala Murano y andaban tantos grupos formados de un hombre y dos mujeres que me recordaban las salidas con la Cristina y la Carola (cómo extraño aquellos tiempos); y la música electrónica que sonaba me hacía recordar lo buena que era la música que tocaban en las discos años atrás. Creo que no es mi estilo, creo que lo mejor fue al final, cuando tocaron el último tema, “New York, New York” de Frank Sinatra y lo disfruté cantando con mi tremendo amigo Gonzalo. Al parecer éramos los únicos que lo sabíamos entre toda la multitud de pendejos que se reían parodiando los bailes de Broadway. No puedo negar que lo pasé bien, a pesar que un amigo de la Andrea insistía en bailarme a la distancia mientras se metía el índice la boca. Descubrí que la Andrea con copete y sin la Chio es otra, así como sé que la Chio sin Gonzalo es más relajada. Pero por música, me quedo con la de antes. Prefiero quedarme con el recuerdo de cuando bailábamos el incipiente “raga” de El General, los ritmos de El Símbolo, el “punchi-punchi”de Republica, Mr. President y Corona, que el reggaeton y el tecno drum & bass de ahora. Hasta la Mayonesa me parecía más entretenida, aunque nunca me han gustado mucho los bailes con coreografías estereotipadas. Incluso, este día nublado me parece que “Holding back the years” es un tema increíble (en realidad siempre me ha parecido un temón, como la mayoría de los temas de Simply Red) pero con día nublado... es como comer sopaipillas mientras llueve.

Obviamente hay que adaptarse a los tiempos, no siempre va a sonar lo mismo. La música que antes escuchábamos en la radio Carolina hoy la escuchamos en la Tiempo o la Universo. O en la Infinita (para el adulto joven). Y la música que bailábamos quizás la toquen sólo en la Blondie aún.Gordo Álvaro diría que eso se llama viejazo. Puede ser, pero es algo inevitable. A mí me encantaría poder volver atrás, pero no se puede. Me encantaría poder volver a las fiestas que se hacían en la quinta avenida, megaeventos con el Chino cocido, Gorilón sin monse-monse, la Marjorie Taivo raja con sus minis increíbles, con Peredo dando pena (el mismo huevón que hoy se cree la raja en el 13) y las limpiavidrios que llevó el Gigio una vez, pero no se puede. Me encantaría volver atrás para arreglar muchas cosas también, y quizás la vida sería distinta y yo estaría mucho mejor que ahora. Me gustaría volver a tras, pero no se puede. Quizás en una de esas yo también habría sido uno de esos grupos de un hombre con dos mujeres bailando en Sala Murano entre jotes acosadores... como antes.

sábado, febrero 25, 2006

LOS PERROS GRANDES NO NECESITAN LADRAR

He estado viendo el Festival de Viña. No recuerdo ya en cuál enésima versión van, pero cada vez está más malo. Partiendo, creo yo, por los animadores, que aunque son bastante espontáneos, aún sueltan demasiado las riendas para premiar, por ejemplo, a basuras del tipo Miranda! que sólo porque pegan un par de canciones ahora, los premian como si fueran gigaaantes.
Me decepcionó saber, por ejemplo, que hay diferentes bandas de precios para los artistas que vienen, según si son nacionales o internacionales. Obviamente, a los nacionales les pagan mucho menos. ¿Acaso Illapu no es conocido también en Latinoamérica por más de 20 o 30 años? Y cantan y tocan de verdad. ¿Merecían esos quiltros llamados “Andy y Lucas” o “Sin Bandera”, que tienen acaso un par de años, que no tienen ni siquiera un estilo propio, que incluso hasta se parecen; son como esas casas nuevas que hacen en La Florida: bonitas, atractivas, pero todas iguales y de corta vida útil, que tratan de simular las de La Reina o Las Condes, pero no le llegan jamás a los talones.
Qué importa si son chilenos o extranjeros, lo que vale es la calidad, la permanencia en el tiempo. Como se dice en marketing, que tengan un prolongado período de maduración y no que pasen de la introducción a la decadencia. Por ejemplo, no se puede comparar a Juan Luis Guerra, con más de 15 años de vida musical, con un repertorio increíble, con Daddy Yankee que con su chicana pinta de traficante de coca pateada no sale de sus 5 canciones que no dicen más que “perrea, gata, perrea.” Basura. Sería como comparar a Coco Legrand con Sipsup (¡qué humillante!)
Illapu, por ejemplo, debe de haber recibido menos que Miranda! en circunstancias que Illapu nunca ha pasado al olvido; si Miranda! no cambia repertorio es probable que deje de existir (más encima cantan “Take on me” de A-ha y lo cantan mal). Illapu tiene como 30 años cantando, Tommy Rey y la Sonora Palacios más de 20... ellos sí merecen respeto, llevan algo menos que los Rolling Stones... y son nuestros. El resto, que son todos iguales, basura.
Daddy, yankee, sin bandera, miranda!, andy & ... todos esos grupos son como los perros quiltros: necesitan ladrar fuerte; porque los grupos de verdad, los perros grandes, no necesitan ladrar para inspirar respeto, sólo basta con que aparezcan.

jueves, febrero 16, 2006

MAMÁ HAY UNA SOLA... Y AMIGOS MUY POCOS

Ayer fue un día como de un reality show. De hecho, me sentí como un concursante de reality-show. He estado solo todos estos días cuidando esta casa. Ya casi me siento como esos personajes anacoretas de las películas suecas o francesas. Pero ayer fue distinto: tuve a almorzar a mi mamá y en la noche, llegaron mis AMIGOS a visitarme. Digamos que fue un lindo día, tanto porque estuve acompañado por los amigos, como tener de compañía a la mamá... y disfrutarla por todos los días que no he estado con ella. Ahora yo fui quien cocinó (claro que con ayuda de ella, por supuesto), quien le sirvió... cambio de roles.
¿Alguien se ha dado cuenta la importancia que tiene la mamá para uno que es hombre?
El otro día, la Andrea, la amiga de la Rocío, me sugería que escribiera sobre la diferencia entre hombres y mujeres (según ella, somos muy complicados; yo creo que es "alverres") y creo que la principal diferencia es esa... creo que nos cuesta despegarnos del lazo de la mamá, aunque andemos de autosuficientes por la vida, cosa que no ocurre tanto con las mujeres... Una vez leí algo así como que se debe a que en cierta forma la hija a cierta edad queda en un mismo nivel que la madre, ya que ambas se desarrollan para "acoger", a diferencia del hombre, por lo que este sigue aún buscando el vínculo con el pecho de la madre, la acogida. De ahí que es común que usen el pañito para dormir, etc... (ojalá Gonzalo lea esto para que me corrija)
Y yo creo que en la mayoría de las casas hay un matriarcado: no podemos vivir sin la mamá. Históricamente, ella es la que sabe administrar la casa, la que nos ayudaba a estudiar cuando chicos, la que es generalmente complaciente... en fin, algo así como la mentora, como el dios protector, como la gurú, de hecho también recuerdo haber leido que muchas de los problemas psicológicos se dan por la influencia de las madres que o son sobreprotectoras o no están ni ahí con los hijos. Nos ofuscamos si alguien nos grita "concha de tu madre" pero no existe como insulto "pico de tu padre."
Agora, como reemplazo de la mamá están los amigos. Quizás, más que reemplazo, complemento, porque te dan el espacio que no te da la mamá. Y por eso son tan valiosos, y los cuidas. En ellos también buscas afecto, compañía. No ego, que de pronto es lo que pasa con las mujeres. Entre nosotros, los hombres, si hay una traición o se termina la amistad per seculorum o a lo mejor se llega a las manos terminando en un perdonazo entre saludes de cerveza.
¿Por qué será que las minas siempre tienen líos de envidias entre ellas? Eso merece salir en algún spot de Sprite

viernes, febrero 10, 2006

VIVE Y DEJA VIVIR

Acabo de ordenar, y entre los cachivaches encontré unos cassettes que ya ni siquiera tienen su etiqueta. Antiguos, de esos blancos enteros, ni siquiera transparentes. Me puse a revisarlos. Ahora estoy escuchando Jesucristo Superestrella. No el Superstar, porque esta es la versión en español con Camilo Sesto. Una obra que, fuera de ser tomada como cliché para Semana Santa por colegios y programas de tv tipo Rojo, es un prodigio de la era hippie. Ver la película [que sí es Superstar] es mejor aún, más interesante que la versión negra del Mago de Oz o que la experimentación de Vértigo de Hitcshcock: ver al gordo Herodes junto a las negras afro bailando un charleston y al ejército romano vestido como los guerrilleros yanquis de Vietnam en clara comparación, demuestra la maestría del manejo simbólico con una tremenda elocuencia. Y creo que tienen razón: los yanquis han sido como los soldados romanos: quieren someter al mundo, imponer su cultura idólatra, invalórica, han creado esclavos y han matado tan burlescamente como los romanos. Luego, se lavan las manos. Cuánto no ayudó Pinochet al gobierno yanqui a combatir el comunismo en América y ahora lo juzgan hipócritamente... no viven bien ellos ni dejan vivir a los demás...

Pero eso no viene al caso, quiero retomar lo de Jesucristo Super.... La importancia que tiene, meta análisis estético simbólico, es la reivindicación de la imagen cristiana por parte del mundo juvenil de esa época. La importancia que tiene Cristo en nuestras vidas, lo que no necesariamente implica ser fanático y andar viéndolo en todas partes. Queramos o no, heredamos parte de la cultura judía, con la biblia y todo; no hablamos de creer o no en Alá ni en Inti, sino en Dios. Dios es o no nuestro dios y no otro. Jehová, el dios de los judíos pasó a ser Dios, el dios.

Bien, retomo. La importancia de Cristo, quizás el personaje más nombrado y respetado, para el mundo occidental, ateo o no [Pasteur decía que poca ciencia aleja de Dios y mucha ciencia acerca a él], es que pese a vivir sólo 33 años fue capaz de dejar una gran lección al mundo entero: el de amar a los demás y dar la vida por ellos. No, no creo que sea la base de un fundamentalismo, como creerán los más cerrados. Andar por la vida, queriendo al mundo, no odiando a nadie, perdonando, enseñando a no prejuzgar, a ser consecuente predicando con el ejemplo, viviendo la juventud... y sin molestar a nadie: viviendo y dejando vivir. Quizás la autocomplacencia de verse agonizando fue porque murió siendo feliz: lo dio todo cuanto pudo. No recuerdo bien si fue Sócrates o Aristóteles quien definió la felicidad como un estado de plenitud, que uno es feliz cuando puede realizarse en plenitud.

¿Quién lo odió? La misma gente que sentía amenazada su situación de poder. Los que no eran felices, porque creían que para ser felices había que tener a todos infelices. Los que no vivían en paz ni dejaban hacerlo.
Cuántos nos acercamos a la edad de Cristo y aún no hemos luchado por dejar una huella que sirva a los demás, sino a nosotros mismos y nos hacemos llamar cristianos. He conocido gente que se amarga la vida por $300 y joden la pita por pequeñeces. Otros que odian a los gays simplemente por intolerancia [o ignorancia], como que fueran malos, siendo que la maldad no distingue género. Al contrario, le agradezco a Guillermo, un tipo medio gay de mi U porque gracias a él aprendí a usar programas gráficos y a valorar la gente distinta. La intolerancia terminó matando millones de judíos, gays aborígenes y downs.

¡Para qué hacerse problemas, si la vida es tan corta! Hay tantas cosas por las cuales ser feliz, hay tanto por disfrutar. Sigamos el ejemplo de Cristo, no cuesta nada y se evita el estrés, la depresión, se enferma menos uno y más encima, la gente le toma cariño. Saludemos a la gente en el ascensor, al micrero, al tipo del kiosko aunque no lo hayamos visto nunca antes... no cuesta nada y por dios que es agradable que el mundo nos sonría, nos salude. Hay que querer a la gente y no arrancar de ella. Tal vez cuando nos muramos, la gente siempre se acordará de nosotros así como se acuerdan de Cristo... Tal vez esa es la famosa eternidad de la que tanto Él hablaba. Vive y deja vivir.