Apareció de repente,
con su aire cristalino.
Quizás salió de una botella
o de una caja de bombones.
O llegó en una alfombra.
Quizás flotaba en el tiempo,
en sus aguas imbatibles.
O Dios la tenía en un baúl,
con miedo a perder algo más.
Quizás era la felicidad
que buscaba el Principito,
y estaba detrás del espejo.
Ahora la felicidad me busca a mí
y me niego a devolverla.
5 comentarios:
Creo que esas palabras son para quien tu sabes o quien yo sé...yo cacho que en realidad lo mejor es que sea pa quien sea las palabras no están demás
Pongan su nombre porfa... tamos grandecitos para anda pasando de anonimos... y porfa, hablen mas claro, plís.
Chiste repetido sale podrido, que fomes los poemas. fomes y más encima copiados de la mente de zurita, que pa variar escribe mucho mejor que vos.
ES UNA LASTIMA QUE NUNCA FALTEN LOS AMARGADOS... BUENO, BIEN POR ELLOS PORQUE AL MENOS SABRAN QUE CUANDO SE MUERAN NO SE LES ACERCARAN NI LOS GUSANOS.
Que andai violento caurooo!!! Los amargados tienen el problema de ellos...relax por favor!!! Yo cacho que más que amargura es envidia...hay tanta envidia en el aire últimamente...
Publicar un comentario