lunes, abril 03, 2006

EL TOUR DE LOS MALOS SANTOS

En El Mercurio un aviso recita buscando señoritas buena presencia, solteras, para privado de San Antonio. Por Dios que tenemos cagados a los santos en Chile. Si el cielo tuviera buenos abogados ya nos habrían quemado a todos. Partiendo por el mismo San Antonio, que le tocó una de las calles más malas del centro: llena de oficinas tránsfugas, dudosas casas de masajes, es horrible y es el lugar de reunión de los lanzas. Para qué hablar del puerto San Antonio: feo, hediondo, sucio y cuma. A Santiago le dieron una ciudad de la que todos arrancan. ¡Y cómo no va a ser, si está tan malito!... San Camilo está lleno de maracas y travestís, San Francisco es tan viejo que ya está que se viene abajo. Santa Rosa tiene pésima imagen: pobre, peligrosa, fea, sucia... ¿Acaso a alguien le da gusto recorrer Santa Rosa?¿Alguien se atrevería a esperar micro a las 11 de la noche en algún punto de Santa Rosa? Santa Rosa... pobrecita.

San Diego se salva un poco, pero es popular, viejo y feo. Santo Domingo, igual que San Francisco, está que se viene debajo de lo puro viejo, aunque al menos tiene la oportunidad de tener una playa ABC1, cosa que los demás santos deben envidiarle.

San Ignacio y Santa Victoria andan bien. Sí, son piola. Santa Isabel, también. Quedó bien parada la Chabela, le dieron una calle amplia y bastante decente. San Miguel es otra cosa, está pero demasiado bien... ¡ejem!

A San Isidro lo jodieron: es como el hermano menor de Santa Rosa, y todos se enojan con él cuando Santiago se inunda cada vez que llueve. Para colmo, cuando esto ocurre, el San Carlos, que está lleno de mierda, desparrama a todos lados.

San Pablo tampoco tiene muy buena reputación (“pa`llá pa`bajo”, dicen al nombrar la calle) San Ramón está lleno de flaites, igual que San Joaquín. Y a Santa Rita todos quieren hacérsela chupete... en realidad, a San Pedro junto con Santa Helena y Santa Emiliana, también. San Jorge hasta hace poco era un chanchito rojo dentro de un círculo amarillo, pero sigue siendo un paté, un paquete de vienesas, un jamón y una mortadela. San Damián vive carreteando...

Por último, yendo a la salud, Santa María no te deja entrar sin un cheque en garantía y menos mal que a San José lo hicieron de nuevo, porque daba pena lo indigno que estaba... claro que hasta hace poco se le morían los pacientes.

Quizás llegue algún día en que una Santa Rocío cambie todo esto. Ahí, en realidad ya no seríamos Chile, seríamos el Nirvana.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

obvio que las rocío somos el cambio, ya llegará, no te preocupes!!!!

Anónimo dijo...

A VECES EL IDEALISMO MATA

Anónimo dijo...

AGARRATE A LA CHIO Y DESPUES HABLAMOS, O SEA...EN LA SELVA SE VEN LOS LEONES.